Filtros
La acumulación de suciedad en los filtros es una de las principales causas del origen de los malos olores en el aire acondicionado. Realizando una limpieza de manera regular del filtro conseguiremos, además de eliminar estos olores desagradables, evitar la generación de bacterias y hongos, la aparición de posibles averías y reducirás el consumo energético.
Unidad exterior
Al no contar con filtro, la mayoría de la suciedad procedente del exterior se deposita en la batería de intercambio de la unidad exterior. Como consecuencia, la eficiencia y potencia se ven reducidas por el bloqueo que ocasiona.
Para limpiarlo se suele utilizar aire a presión o un cepillo normal, aunque la primera consigue mejores resultados.
Bandeja condensados
La suciedad almacenada en la bandeja de condensados del agua es uno de los principales responsables de los olores desagradables que ocasionan los dispositivos de aire acondicionado. Al encargarse de recoger el agua que se condensa en la batería es un lugar con humedad en el que pasa el aire, por lo que la aparición de bacterias y hongos es muy común. Para evitarlo, aconsejamos limpiar esa bandeja, como mínimo, una vez al año.
Desagüe
El desagüe de la unidad interior es otro de los lugares más propensos a causar malos olores ya que es por aquí por donde se canaliza el agua que proviene de la condensación. Para que esto no suceda, bastará con poner un sifón en el tubo antes de que se distribuya por la vivienda. De esta forma, también estaremos evitando posibles fugas.