El sol también enfría. Una nueva tecnología permite emplear la energía solar para el funcionamiento del aire acondicionado, lo que permite una reducción del consumo eléctrico y una mejor optimización de los recursos de la naturaleza. Denominado ‘frío solar‘, el sistema cuenta con dos opciones: por una parte, se puede conseguir haciendo que la energía solar proveniente de la recolección a partir de módulos fotovoltaicos pongan en funcionamiento los equipos que generan frío; y por otra parte, también se puede obtener de colectores solares que de forma directa generan energía a temperatura baja/media.
Esta forma de refrigeración ecológica supone una alternativa a los sistemas tradicionales de refrigeración. Esto se debe a que, con su uso, se contribuye a disminuir el impacto de la actividad humana en el medio ambiente mediante la reducción de la emisión de CO2. Su campo de actuación lo encontramos en que, por un lado ayuda a reducir en gran medida el consumo de electricidad (hasta un 70 por ciento), y en segundo lugar, al utilizarla estas empleando energía renovable.
Europa es el continente que más se ha sumado a la producción de frío procedente del sol, y cuenta con 100 de las 150 instalaciones que existen en el mundo. Con Alemania como líder en este campo, los países de la zona del Mediterráneo, debido a tener mayor número de horas de luz solar al año, se decantan también más por esta opción. En España, en concreto, se están desarrollando desde principios del 2000 más de 20 proyectos para contar con esta tecnología como alternativa a los sistemas tradicionales de refrigeración.