Uno de los elementos que puedes encontrar en una instalación de la calefacción es la válvula termostática. Pero, ¿conoces en qué consiste su función dentro de la instalación de una calefacción central?
En primer lugar, una válvula termostática es un dispositivo de funcionamiento automático que regula el flujo del agua que circula por el radiador accionando un eje de apertura. Es por tanto, que su función es esencial para controlar la potencia térmica ya que su objetivo reside en adecuar la temperatura a la que queremos calentar una estancia.
En cuanto a su funcionamiento, dependerá de dos aspectos: la temperatura seleccionada y la temperatura a la que se encuentre la habitación. Si la temperatura seleccionada es mayor a la de la estancia, la válvula termostática se encarga de abrir paso al agua del radiador y así aumentar su aporte térmico. Por el contrario, si la temperatura seleccionada es inferior, cierra el paso del agua reduciendo el calor que emite.
Las válvulas del radiador pueden ser de dos tipos: manuales o termostáticas. La primera realiza la regulación de manera manual el propio usuario, y la segunda, que es la que estamos tratando, se encarga de regular el caudal del agua del radiador de forma automática. A su vez, esta cuenta con dos componentes importantes. La válvula termostatizable, la cual se coloca en la entrada de agua del radiador, y el cabezal termostático, el cual se abre, cierra o regula el caudal de agua según la temperatura de la estancia y la que deseamos, como explicamos anteriormente.
Al mismo tiempo, la función de las válvulas termostáticas puede generar importantes ahorros energéticos de hasta un 25% del gasto en calefacción.