La creencia de los mitos supone una distorsión de la realidad. Cuando convertimos en real falsas creencias, al final, tendemos salir perjudicados por no entender su funcionamiento. Estamos rodeados de mitos y creencias erróneas en muchos aspectos de la vida, y uno más es la calefacción. Cuando llega el invierno y empiezan a descender las temperaturas, encendemos nuestro equipo de calefacción o climatización realizando prácticas que consideramos correctas por tradición; sin embargo, no todas son ciertas, de hecho, algunas de las más extendidas son erróneas y se siguen poniendo en práctica por la aceptación de algunos de sus mitos. Desmontamos los más extendidos:
- Mantener una temperatura constante en todas las habitaciones para que la casa no pierda calor. Es uno de los mitos más aplicados y es totalmente falso. La mejor opción para que tu casa se mantenga caliente es apagar los radiadores de aquellas estancias que no estén utilizándose y cerrar su puerta. De esta manera, concentraremos el calor en los lugares donde estemos habitando.
- El calor no se escapa por las ventanas. La realidad es que una cuarta parte de la energía producida en las viviendas proviene de la reposición de la energía que se pierde por las rendijas de las ventanas. Por lo tanto, supone una pérdida de calor muy importante que se debe cubrir y solucionar, también para que no entre frío del exterior.
- Aumentar el termostato para que el hogar se caliente más rápido. Es algo que realizan muchas personas, subir el termostato con la intención de que la temperatura deseada se alcance más rápido. La realidad es que esto no funciona y, a su vez, se gasta mucha más energía.
Estos son algunas de las prácticas erróneas más realizadas en los hogares. Esperamos que te haya servido para saber la realidad de los mitos más extendidos y así conseguir el confort deseado.