¿El aire acondicionado es tu enemigo?


¿El aire acondicionado es tu enemigo?
 

Pronto llegará el verano, misteriosamente la época del año en la que más frío se pasa. Extraño, ¿verdad? Durante los días más calurosos del año los oficinistas se acurrucan bajo mantas de lana en sus puestos de trabajo, las quejas por el frío son trending topic en Twitter y los bloggers de moda no paran de aconsejarnos cómo vestir por capas en pleno mes de julio para sobrevivir a las altas temperaturas de la calle y a la vez al frío de las estancias interiores.

Lo estarás pensando, y estás en lo cierto: el aire acondicionado es el protagonista de estas historias. Pero, ¿qué hace a empresas, establecimientos e instituciones pensar que generar excesivo frío en verano puede ser algo agradable?

“La capacidad de hacer que la gente sienta frío en verano es una señal de poder y de prestigio”, explica Richard de Dear (director del Laboratorio de Calidad Medioambiental Interior de la Universidad de Sidney, Australia)

En el sector inmobiliario, especialmente de las agencias con una cartera de viviendas exclusiva, los agentes inmobiliarios y administradores de fincas afirman que los inquilinos sofisticados especifican la “capacidad de refrigeración” en el contrato de alquiler para conseguir una garantía de frío.

En el comercio minorista ocurre que las tiendas de lujo se mantienen más frías que las tiendas de categoría más baja. Es, por así decirlo, un indicador de prestigio y poder.

Una idea muy equivocada es la opinión generalizada de que unas temperaturas más frías hacen que los trabajadores se mantengan más despiertos y atentos y rindan más cuanto menor sea la temperatura en la oficina. Sin embargo, los estudios demuestran que la gente trabaja menos y falla más cuando la temperatura del aire está entre los 20º y los 22,2º que cuando es superior (hasta los 24,4º).

Además, hay que tener en cuenta factores psicológicos como los que hacen que la sensación de frío tenga unos efectos negativos que hacen que la gente sea desconfiada, poco comunicativa y antipática. De bebés, aprendemos inconscientemente a relacionar el calor con la seguridad de los brazos de nuestros padres.

El hipotálamo (responsable del sistema termorregulador de nuestro cuerpo) produce una sensación de malestar físico si hace demasiado frío o demasiado calor. Los cambios extremos de temperatura que vivimos en verano pueden aliviarnos y hacernos sentir mejor en un principio. Sin embargo, esto hace que el hipotálamo no consiga regularse correctamente y comenzamos a experimentar el malestar físico.

¿Nuestra conclusión? Todo es bueno en su justa medida. El aire acondicionado es un elemento que ha permitido desarrollar un ritmo de vida normal durante los meses de verano especialmente en zonas muy cálidas. Hay lugares en los que el simple hecho de conciliar el sueño era una tarea imposible.  ¡Lucha contra el despilfarro y haz del aire acondicionado tu aliado contra el calor!

 
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