El monóxido de carbono es un gas extremadamente peligroso, imperceptible por el ser humano y que cada año provoca muchas intoxicaciones graves, especialmente durante los meses de invierno.
En los equipos de calefacción que funcionan por combustión de madera, gas, carbón o gasolina, si se encuentran en mal estado, es posible que la combustión no se produzca. Esto provoca intoxicaciones accidentales que pueden llegar incluso a provocar el fallecimiento en pocos minutos. Es por ello que debemos tener un conocimiento certero y saber qué precauciones debemos tomar con nuestros equipos de calefacción para evitar que esta situación se produzca:
¿Cuáles son los equipos que suelen afectarse?
- Calderas y calentadores de agua
- Estufas y cocinas
- Chimeneas, especialmente las inserciones decorativas como las chimeneas de etanol:
- Calentadores de combustión móviles
- Generadores o bombas de calor
- Vehículos de motor térmico, como los automóviles y algunos electrodomésticos o herramientas de bricolaje
- Braziers y barbacoas
- Paneles radiantes de gases
- Quema de combustibles en general
¿Cómo evitar la intoxicación?
Para reducir al máximo el riesgo de sufrir un accidente por intoxicación de monóxido de carbono debemos tomar las siguientes medidas:
Un equipo técnico cualificado debe revisar y comprobar cada año antes de que comience el invierno que nuestro equipo de calefacción y agua caliente y sus conductos se encuentren en perfecto estado.
Cada día, incluso los más fríos, debemos ventilar al menos durante 10 minutos la vivienda. Debemos comprobar y preservar que las vías de ventilación están en buen estado y que no hay nada que las obstruye.
Respetar siempre las indicaciones de los aparatos de combustión:
- No conectar los calentadores auxiliares
- Siempre debemos colocar los generadores fuera de la vivienda, al exterior
- No utilizar nunca como equipo de calefacción los elementos que no estén destinados a ese uso (cocina, brasero, barbacoa, etc)
¿Cuáles son los indicios de una posible intoxicación?
En el momento en el que comencemos a experimentar ciertas molestias como dolores de cabeza, náuseas, mareos o vómitos debemos desconfiar, ya que pueden indicar la presencia de monóxido de carbono en el ambiente. Si esto sucede debemos tomar inmediatamente las siguientes precauciones:
- Ventilar el local de inmediato mediante la apertura de puertas y ventanas
- Detener, si es posible, los equipos de calefacción o combustión
- Abandonar la estancia hasta llegar al exterior o a un lugar ventilado
- Pida ayuda: El número de teléfono de emergencias para toda Europa es el 112
- No regrese a la zona que pueda estar contaminada hasta recibir la aprobación del personal de emergencias.