La calidad del aire que se respira en tu casa es un elemento fundamental que no debes descuidar para garantizar el bienestar de las personas que residen en la vivienda. Por lo tanto, debes asegurarte de que el ambiente carece de partículas contaminantes que empeoren la respiración y perjudiquen la salud. Uno de los puntos importantes es la humedad, esta se recomienda una cantidad específica, ya que su exceso y carencia perjudica el buen estado de muebles, electrodomésticos, plantas y mascotas.
Para controlar este problema contamos con tres productos que ayudarán a que el aire que respiras en tu casa sea saludable: el purificador de aire, humificador y deshumificador. El primero cuenta con filtros especiales que se encargan de eliminar ácaros, polvo, y posibles virus y bacterias que se encuentren en el ambiente. De esta manera, reducen las reacciones alérgicas y el mal olor. Se aconseja contar con ellos en hogares con personas mayores o con problemas de alergia. En cuanto al humidificador, ayudan a aumentar el nivel de humedad contribuyendo a evitar la aparición de infecciones respiratorias, así como resfriados o faringitis, y la sequedad en los ojos y la piel. Este aparato se recomienda en lugares con clima seco, y en invierno, ya que con el uso de la calefacción el ambiente del hogar también tiende a contar con niveles bajos de humedad. Por último, en contraposición, el deshumificador reduce la humedad del ambiente evitando las dolencias óseas, los malos olores originados por el exceso de humedad, y el deterioro de muebles u otros materiales. Es aconsejable instalarlo en zonas propensas a formación de moho y hongos.
Antes de decantarte por alguno de estos productos, es recomendable realizar un estudio exhaustivo del tipo de aire que se respira en tu vivienda, para luego decidir el que mejor se adapte a tus necesidades.