Un equipo de estudiantes universitarios belgas ha diseñado un dispositivo que genera combustible a la vez que limpia el aire. Increíble, ¿verdad? Pues lo mejor es que la célula solamente necesita luz para funcionar. El hidrógeno que produce puede ser almacenado y utilizarse en pilas de combustible o generación eléctrica.
La célula está formada por dos cámaras que están divididas por una membrana de nanomateriales. La membrana destruye las partículas contaminadas que se encuentran en el ambiente, y de esa manera utiliza el resto de productos restantes para producir hidrógeno en formato de gas, que puede condensar y guardarlo para usarlo posteriormente.
La célula es similar a las que se utilizan para producir hidrógeno a partir del agua. El gran descubrimiento de este proyecto es que se puede adaptar para que el aire se filtre, ¡incluso se ha demostrado que generando hidrógeno el sistema es más eficiente!
Cuanto más cargado de partículas contaminantes esté el aire, el dispositivo funcionará mejor. Para separar el aire limpio del contaminado sólo necesita la energía de la luz solar.
La idea del proyecto desarrollado por el equipo belga es llevarlo a gran escala, ya que el aparato actual mide unos pocos centímetros cuadrados. Si se consigue adaptar a escala industrial, ayudará de forma increíble a eliminar la contaminación que emiten muchas fábricas industriales.