La tecnología Inverter es una de las grandes características en los equipos de aire acondicionado más novedosos y que se ha convertido en imprescindible para muchos. Esta función depende del compresor, que es el encargado de regular la velocidad en este tipo de aparatos con tecnología inverter y que la mantiene de manera constante.
Por el contrario, en los equipos que no cuentan con este tipo de tecnología, el compresor funciona de manera diferente, estando siempre a la máxima velocidad hasta alcanzar la temperatura deseada, luego se detiene. Esto sucede cada vez que la temperatura de la estancia empieza a alejarse de la indicada, volviendo a funcionar a la máxima potencia.
Teniendo en cuenta este aspecto, vamos a destacar las principales ventajas de contar con un equipo con tecnología inverter que las podemos resumir en ahorro energético; ahorro económico; mayor rendimiento; mantenimiento del equipo, y confort.
Con la explicación anterior acerca del funcionamiento de los aparatos sin tecnología inverter, se deducía fácilmente que el ahorro energético y económico estaba entre las ventajas de tenerlo. El ahorro que se puede conseguir oscila entre el 20-25%. Esto se consigue al disminuir la velocidad del compresor según se vaya alcanzando la temperatura deseada. Esto trae consigo un importante ahorro económico también.
Del mismo modo, el rendimiento que se alcanza al contar con un aparato de aire acondicionado con tecnología inverter también es mayor. Su rendimiento puede llegar a ser hasta casi el doble en comparación con aquellos que no lo utilizan.
Otra de las ventajas de esta tecnología la encontramos en que el compresor se resiente menos que en el otro caso. Esto se traduce en un alargamiento de la vida útil del equipo y de un funcionamiento adecuado.
Por último, los sistemas inverter mantienen la temperatura de manera estable, sin cambios bruscos, lo que supone un mayor confort térmico en la estancia en la que lo situemos.