Si no tienes en tu hogar un humidificador para regular la cantidad de humedad, una solución alternativa es aumentar la humedad de forma natural a partir de la propia evaporación del agua. Para ello, es importante tener un medidor de humedad, como un higrómetro, para controlar el aumento de humedad en el hogar con las lecturas más precisas. Para ello, lo ideal es dejar el higrómetro unas horas en el lugar para que pueda hacer una lectura exacta, pues una humedad elevada puede provocar el crecimiento bacteriano. Recuerda que los niveles de humedad deben oscilar entre un 30% y un 50% para preservar unos niveles seguros.
Trucos para conseguir una buena humedad
Para aumentar la humedad en el hogar, podemos usar una olla grande que contenga agua tibia. En este caso, para conseguir la humedad, calentaremos el agua con un fuego medio-alto para conseguir que el agua comience a evaporarse. A medida que lo hace, aumentará la humedad del ambiente a partir de la evaporación extendida por el aire.
Para aumentar la humedad de las habitaciones, usaremos varias toallas mojadas con agua caliente para, a continuación, colgarlas en cada una de las puertas. El proceso es sencillo, las toallas se irán secando poco a poco y, al hacerlo, aumentará de humedad.
Finalmente, mientras estemos usando la calefacción, podemos colocar un recipiente lleno de agua encima de los radiadores para conseguir el mismo efecto que con la olla: la evaporación del agua. Pero en este caso, debemos estar atentos, pues depende del material del recipiente, en el momento en el que toda el agua quede evaporada, puede derretirse.
Aún con estos consejos, si no somos capaces de controlar la humedad del ambiente, lo más aconsejable sería adquirir un humidificador que se encargue de hacerlo de modo seguro y eficaz para evitar posibles elevaciones de humedad por encima de lo recomendado.